La original vivienda de los guardeses, de menor tamaño y más modesta, fue reformada para instalar las oficinas de dirección y gestión del Patronato Municipal Huerta de San Vicente, así como el servicio de atención al público, la tienda y los aseos.
Entendidas como acción cultural, las visitas a la Casa-Museo no se limitan al hecho de franquear un espacio físico y simbólico para su contemplación. Por ello las personas pasean en grupos reducidos, acompañados del guía y durante aproximadamente 30 minutos. Los visitantes reciben una adecuada información, graduada en función de sus características e intereses, que abarca datos relativos al mobiliario, obras de arte y objetos de decoración, historia de la Huerta de San Vicente, vida y obra de Federico García Lorca, el contexto histórico y cultural de su época, etcétera.
La Casa-Museo muestra al público dos áreas diferenciadas: Estancias y Sala de Exposiciones.
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Recibidor, Sala del Piano, Comedor, Cocina y Dormitorio de Federico García Lorca forman las Estancias; muestran muebles, utensilios, suelo y decoración originales, además de obra plástica de artistas coetáneos, Salvador Dalí, Rafael Alberti, Rafael Barradas, Manuel Ángeles Ortiz, Hermenegildo Lanz y Santiago Ontañón, entre otros. |
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Sin alterar la estructura interior original, la Sala de Exposiciones ocupa tres habitaciones del piso alto que en su día fueron cuarto de baño y dormitorios de diversos miembros de la familia. El espacio expositivo consta de 37 metros cuadrados, con 38,5 metros lineales en paredes y 11 metros en vitrinas. Esta Sala ofrece desde 1995 dos tipos de muestras: Exposiciones Temporales y Exposición Permanente; esta última ofrece todo el año una importante selección de dibujos, manuscritos y fotografías originales de Federico García Lorca pertenecientes a los fondos de la Fundación Federico García Lorca, así como una selección del archivo fotográfico histórico propiedad del Patronato Municipal Huerta de San Vicente y el conjunto de figurines originales de Federico García Lorca para el entremés La cueva de Salamanca, de Miguel de Cervantes, representado por la compañía La Barraca en 1932. |
La Fundación Federico García Lorca cede permanentemente una selección significativa de lo mejor de sus fondos, pertenecientes a diversas épocas creativas de García Lorca. Entre los primeros han figurado manuscritos de los poemarios Poeta en Nueva York, Romancero gitano, Sonetos del amor oscuro, Diván del Tamarit o Canciones, y las prosas de “El poema de la carne”, “Cómo canta una ciudad de noviembre a noviembre”, Impresiones y paisajes, etc.
Entre los dibujos expuestos se ha podido ver una amplísima selección de la colección de la Fundación Federico García Lorca, agrupados en los periodos creativos 1924-25, 1927-28 y 1929-31. |