“De niño, en el colegio me habían enseñado toda la mala poesía del mundo. Cuando lo leí, descubrí que aquello era buena poesía, verdadera poesía. Lorca conmocionó mi propia poesía, mi vida… Alguien me alentó a que hiciera algo sobre Federico con motivo de su centenario. Descubrí entonces que durante años había hecho poemas visuales y cosas inspiradas en Lorca, trabajos que no se habían presentado nunca y en los que Federico yacía subconscientemente”.

Enmarcada en el ciclo de poetas-pintores, Brossa… piensa en Federico pudo verse en la Huerta de San Vicente gracias a la colaboración de la Residencia de Estudiantes, realizadora de la muestra y en cuyas salas había podido verse anteriormente.

Joan Brossa (Barcelona 1919-1998) fue un artista de registros amplios, para el que no existieron los géneros ni las fronteras entre las artes. Fundamentalmente poeta (cultivó todas las posibilidades que las vanguardias habían abierto para la poesía), a mediados de los años 40 del siglo XX se inició en el surrealismo de la mano del pintor Joan Miró, hizo teatro y fundó con Antoni Tàpies y Modest Cuixart la revista Algol, germen de lo que después sería Dau al Set. A partir de 1950 su poética giró radicalmente hacia un lenguaje social, inició experiencias de poesía visual y objetual y se acercó definitivamente hacia las artes plásticas. Inquieto y radical, no dejaría de experimentar con los márgenes de los géneros (teatrales, poéticos, plásticos) y su obra plástica crecería en importancia e influencia a la par que cultivaba un tipo de poemas lúdicos y sentenciosos característicos de su visión desencantada y burlona del mundo.

Brossa… piensa en Federico mostró en la Huerta de San Vicente una parte importante de su obra menos conocida. Poemas visuales y poemas objetos (esculturas) de entre 1941 y 1998, entre los que destacaron “Burocracia” (1967), “Diana” (1996), “Buster Keaton” (1989) o “Tapón” (1968). Como clausura de la exposición la Huerta de San Vicente organizó una mesa redonda en la que intervinieron el propio Joan Brossa, la historiadora del arte Natacha Seseña y el poeta José Carlos Rosales.